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🍃 Cómo perder peso sin culparse ni machacarse
(Sí, se puede)
1954.
Una cámara Super-8
Un chaval de 12 años.
Un festival de cine local.
Una buena idea para un guión.
Un tren descarrilaría y en esa escena habría mucha sangre y heridos.
Como el presupuesto era ajustado, el muchacho tuvo que tirar de ingenio.
Su madre redujo en la olla kilos y kilos de mermelada de cereza hasta conseguir un sirope que en cámara parecía sangre viscosa y brillante.
Embadurnaron con ese líquido los armarios de la cocina (eran lo más parecido a un guardaequipajes que podía conseguir con su ajustado presupuesto).
Los padres, no sólo animaron y apoyaron al chaval, sino que actuaron como los heridos accidentados.
La madre contaba que estuvo limpiando mermelada de cereza durante años.
¿Sabes ya quién era el chaval?
Luego te lo cuento, porque seguro que has oído hablar de él.
La historia tiene muchos aprendizajes.
Sobre todo para padres.
Y para jefes.
Los coaches y mentores, si son buenos, los tendrán bastante integrados.
Por ejemplo, el de tener apoyo cuando queremos intentar algo.
También cuando nos equivocamos.
Y de potenciar “el hacer”.
Prueba.
Error.
Y aprendizaje.
Sin culpas.
Sin machaque.
Con apoyo.
Potenciado.
Así es como funciona el grupo de WhatsApp de las poderosas y poderosos.
Un espacio en el que compartir las experiencias.
En el que se recibe apoyo.
En el que no se castigan los “retrocesos” (ganar peso).
En el que se invita a la reflexión y al aprendizaje sobre los pasos que se dan.
TODOS.
Si engordas, porque ya has aprendido qué NO debes hacer.
Si adelgazas, porque has aprendido qué es lo que SÍ debes hacer. (Y de propina disfrutas de la motivación y las pilas que eso te pone).
Si las emociones te dominan y te hacen mal comer o tratar mal a los demás, porque te das cuenta, lo reflexionas y buscas maneras de que no vuelva a ocurrir.
Todos los pasos que se dan en la comunidad, absolutamente todos, son celebrados.
No hay culpa.
No hay castigo.
No hay reproches.
Si te apetece intentar perder peso y desinflamarte una última vez en estas condiciones, pronto te cuento cómo dar un primer pasito.
Un abrazo,
Susana Pacheco
PD1: el chaval era Spielberg.
Y sus padres, unos auténticos poderosos.
PD2: otro gran aprendizaje para padres; fomenta y apoya la curiosidad de tus hijos.
No te esfuerces tanto en reforzarles lo que se les da mal, sino en potenciar lo que se les da bien, lo que les permitirá ser diferentes y destacar.
Que de mediocres ya anda lleno el mundo.