🍃 Lo flexible perdura. Lo rígido casca

¡Crack!

La vida es dura.

Debes ser fuerte.

Sin esfuerzo no hay recompensa.

¿Te suenan estas frases?.

¿Las mamaste en tu infancia?.

Y peor aún, ¿reflejan cómo han sido tus procesos para tratar de perder peso?.

Si todos tus intentos de adelgazar han sido desde el esfuerzo y la restricción, es normal que no consigas hacer las paces con la comida.

“Sé fuerte como un roble”.

¿Sabes qué les pasa a los robles?

Que sí, que son imponentes.

Aparentemente indestructibles.

Pero cuando llega una gran tormenta de esas huracanadas, es decir, “la hora de la verdad”, entonces cascan.

¡Crack!

Sin embargo los sauces, más humildes, pequeñitos y aparentemente frágiles, son flexibles.

Y cuando llega la hora de la verdad, sufren menos desperfectos.

Se doblan, se malogran levemente y después, lentamente, se enderezan.

La rigidez del roble le mantiene firme cuando la situación está en calma.

Pero cuando se tensa, el roble casca.

¿A ti la vida te parece un proceso de calma constante?

¿O más bien un proceso de subidas y bajadas?

(Es pregunta retórica).

Por eso, si planteas tu forma de alimentarte en modo “sauce”, cuando llega la vida con sus picos emocionales (porque siempre llegan), puedes bandear el temporal.

Caerán ramas y habrá algún desperfecto, sí.

Pero no cascará el tronco.

Si haces una dieta restrictiva en calorías o de batidos o pastillas o infusiones, entonces encararás la vida en modo “roble”, y esa rigidez que le caracteriza hará que casques por la mitad en un momento de “tormenta emocional”.

Y desde ahí te costará reponerte.

Al punto de no querer volver a intentarlo.

De estar hart@ de ti y de estar en guerra contínua con la comida.

El Programa Salud Poderosa es como un “sauce”.

No es una propuesta grandilocuente.

Es un planteamiento sencillo de alimentación antiinflamatoria.

Ofrece unas pautas muy básicas y jugosas que te permiten “doblarte” como un sauce cuando llega la tormenta emocional.

Es una experiencia en la que te permites disfrutar, probar y fallar.

En definitiva, un constante proceso de aprendizaje a través de la alimentación en el que el fin último es que hagas las paces con la comida.

Y la disfrutes, que para eso está.

Un abrazo,
Susana Pacheco

PD1: mientras hay vida hay esperanza. Un roble partido en 2 morirá. Tú, como ser humano que eres, puedes resurgir como el Ave Fénix.

Intentarlo una vez más.

Estoy (casi) segura de que las premisas son diferentes a todo lo anterior que hayas probado; en la alimentación antiinflamatoria del Programa Salud Poderosa no hay restricción de cantidad, no pesas la comida, no hay pastillas ni batidos, y los platos son apetitosos.

Poco o nada tienes que perder.

PD2: para hacer las paces con la comida, pulsa el botón de arriba.