🍃 Una historia sobre un “invento del infierno”

Casi seguro que tú tienes uno

Hace unos días hablamos de la obsesión con pesarse.

Subirte a la dichosa báscula para ver si “has perdido o has ganado” tu particular batalla.

Comprobar los estragos que hizo el fin de semana.

O ver si hoy puedes cantar victoria después de haber pasado tanta hambre en el día de ayer.

O…

Vayamos por partes, que aquí hay mucho tomate…

La báscula es sólo un objeto.

Y depende de nosotros saber usarla.

Lo hablaba hace unas semanas con el equipo.

“Por un lado digo que no hay que obsesionarse con la báscula y por otro les pido que se pesen”.

Y tenía ahí mi lucha interna.

Y a los pocos días, todo se aclaró.

Te cuento.

Los lunes toca pesarse y medir contorno.

Enfrentarse a la realidad.

Y 2 personas estaban frustradas.

“Lo he hecho bien y he ganado peso” era el discurso de ambas.

La báscula sirvió para demostrar que “tan bien como ellas creían no lo habían hecho”.

Entonces comencé a indagar.

A preguntar.

(Como a mi hija, para desarbolar su motín).

Y descubrimos que estaban tomando ALIMENTOS.

ALIMENTOS SALUDABLES.

Pero en exceso.

Hicimos unos ajustes y adivina qué pasó cuando se subieron a la báscula el lunes siguiente…

¡ ¡ B I N G O ! !

Lo que no se mide, no se puede mejorar.

No hay otra.

Y eso es muy distinto de obsesionarse y pesarse todos los días.

Por eso los poderos@s sólo tienen que enfrentarse a la báscula los lunes.

Sólo los lunes.

No hace falta más.

Y cuando ya llevan unas semanas con la alimentación antiinflamatoria que proponemos en Salud Poderosa, antes de subirse, normalmente ya conocen hacia dónde irá el veredicto.

El veredicto que antes lo dictaba un “invento del infierno”.

Y que ahora lo dicta un objeto que es imparcial.

Un objeto que tan sólo refleja cuánto te has querido, cuánto te has respetado durante la semana.

Un abrazo,
Susana Pacheco

PD1: Salud Poderosa es una experiencia; creamos un espacio en el que experimentas con la comida. Aprendes de primera mano, escuchando a tu cuerpo a comer.

Porque tu cuerpo es sabio y agradecido y a la vez cruel y despiadado; si lo cuidas, él te cuida. Si lo castigas, él te castiga.    

PD2: es lo que yo llamo detectar desequilibrios. Muchas personas se dicen “es que soy un tal o un cual” y lindezas similares que no te ayudan en nada.

Y para mí es sólo parte del proceso de aprendizaje.

A poner consciencia en lo que comes, hablarte con cariño y aprender lo más rápido posible. A eso aprenden los poderos@s.     

PD3:  el resultado es que pierden peso, sí. Pero, sobre todo, y que es lo que más valoran, retoman la alegría de disfrutar de la vida en todos sus ámbitos.  

PD4: si verificamos que lo estás haciendo bien, pero el proceso no marcha bien, es señal de que puede haber un desorden en tu microbiota o algún órgano, hígado, páncreas, estómago...

Entonces te derivamos a nuestras nutricionistas y PNI´s para que se hagan cargo de tu situación.

PD5:  si has decidido que es el momento de poner consciencia en lo que comes, hablarte con cariño y aprender lo más rápido posible, pulsa el botón de arriba y te muestro el camino…