🍃 Prohibido prohibir

“Prohibido prohibir” es uno de mis lemas.

Es muy fácil de entender.

Aunque ahí fuera parece que no…

Veamos lo perjudicial de prohibir.

¿Qué pasó cuando en la última dieta te prohibieron las patatas fritas, los dulces, los fritos, etc, etc?

Posiblemente, que tu cuerpo reaccionó.

Se puso a la defensiva.

Tu niñ@ pequeño que quería dulces / fritanga se rebeló.

Y tu adulto le dijo “hay que sacrificarse”.

Y luego pasó lo que pasó.

Que tu pequeñ@, como buen niñ@ que es, siguió pataleando.

Y gritando.

Y llorando.

Insistiendo.

Quejándose.

Con esa exasperante constancia que tienen los niños cuando desean algo.

Y el adulto, como buen adulto que es, resistió.

Y relativizó.

Y trató de razonar.

Y al final, cuando ya no podía más, claudicó.

Y el niño se hizo con el poder.

Y otra dieta más que no funcionó.

El nivel de frustración subió.

Y además el niño se hizo más fuerte.

Y renegón.

Y no quería oír hablar de más dietas.

En Salud Poderosa, no está prohibido nada.

Obvio que hay alimentos que desaconsejo ingerir.

Pero no los prohibo.

Para eso cuento como aliada con la experimentación.

Porque llega un momento en que es tu cuerpo quien dice “no metas eso al estómago, que me sienta mal”.

Por eso no necesito prohibir.

Porque tu cuerpo es sabio y se encarga, él solito, de decidir qué tipos de “alimentos” no quiere tomar.

Un abrazo,
Susana Pacheco

PD1: la propuesta de Salud Poderosa es la de realizar una alimentación antiinflamatoria. Aprendes a ingerir sólo los alimentos que le sientan bien a tu cuerpo.

PD2: cuando tu cuerpo está “limpio”, créeme, lo último que le apetece es comer ultraprocesados. Tal vez caigas 2, 5 o 30 veces. Pero llegará el momento en que no caigas más.

No porque yo te lo prohíba, sino porque tu cuerpo te diga “No. No metes eso en la boca ni en broma”.     

PD3: puede parecer difícil creerlo. Pero sólo hay una forma de descubrirlo… Y está debajo del botón verde.