🍃 ¿Te odias por odiarte?

¿Te gustaría dejar de hacerlo?

¡Qué horrible duplicación!

Odiarse a uno mismo por odiarse.

Odiarse por no estar agusto con la forma de ser, con las relaciones personales o con la comida, por ejemplo.

No es fácil dejar de odiarse.

Pero sí es sencillo.

Ahora me explico.

Pero antes te comparto una idea que lo mismo te inspira.

Visualízate en un Zoo.

Delante de la jaula de los monos.

¿Qué os une a ambos?

Según Darwin lo del ADN y el origen, pero no voy por ahí.

Os une que los 2 os podéis quejar, quejar y quejar.

Y que (poco) o nada (positivo) pasará cuando lo hagáis.

¿Y qué os diferencia?

Que el mono está dentro de una jaula.

Tiene muy poquitas opciones de hacer lo que le plazca.

De evolucionar.

De elegir a cada momento hacia dónde encauzar su vida.

Tú, sin embargo, por el hecho de estar fuera de la jaula, sí puedes.

Sin embargo, muchas veces nos sentimos enjaulados y creemos que no podemos.

Nos creemos nuestras propias limitaciones y no nos atrevemos a comenzar un (nuevo) cambio.

O estamos tan cansados de haberlo intentado, que no queremos hacer un esfuerzo adicional.

Cuando eso ocurre, nos comportamos como un mono.

Que tal vez nació en cautiverio.

Y en cautiverio morirá.

Nosotros tenemos (casi) infinitas posibilidades.

Tantas, como veces nos atrevamos a probar.

A comenzar un cambio.

De nuevo.

Y te lo hilo con la idea inicial.

No es fácil dejar de odiarnos, porque requiere esfuerzo.

Pero es sencillo, porque tan sólo requiere seguir unas pautas al alcance de cualquier ser humano.

Para estar en paz con la comida, por ejemplo, no hace falta tener una fuerza de voluntad de hierro.

Ni pasar hambre.

Ni morir extenuado después de entrenar más duro que Rocky.

No.

Para nada.

Lo único que hace falta es seguir un sistema.

Una forma de alimentarse que está comprobado que funciona.

Que nutre, sacia, desinflama y agrada al paladar.

Estate en paz con la comida.

Comienza a amarte.

Un abrazo,
Susana Pacheco

PD 1: no soy un ser de luz. Y he tenido momentos en mi vida en los que me he odiado.

Pero aquí estoy, a pesar de que no fue sencillo.

Su esfuerzo me costó.

PD 2: pero ojo, no hay que esforzarse más de la cuenta. Ni de forma equivocada.

Con un sistema probado, tendrás que poner de tu parte, por supuesto.

Pero es más fácil y agradable que luchar “contra molinos de viento” como:

  • el hambre.

  • las restricciones.

  • los platos de aburridos hervidos.

  • y las sesiones de ejercicio para súper héroes y superwomans.